Algo más de 5 centímetros es lo que mide el nuevo ser en la semana 12.
Este momento es muy útil, en combinación con el rastreo bioquímico obtenido a través de un análisis de sangre, para determinar el tanto por ciento de riesgo de posibles alteraciones cromosómicas que propicien la posibilidad de plantearse la realización de una Amniocentésis (prueba que consiste en la extracción, mediante aguja a través del abdomen de la madre, de parte del líquido amniótico donde flota el feto, y su posterior análisis cromosómico). Este estudio combinado se denomina genéricamente "Pappa" aunque popularmente también se llama Triple Screening, Cribado de Aneuploidias etc. Es el período ideal para acometer esta prueba. Más tarde, a partir de la semana 14, los resultados ofrecen muchos falsos positivos ( es decir, alarmas infundadas), por lo que es aconsejable ser diligentes y no despistarse en las fechas.
La translucencia nucal y los huesos propios de la nariz, a parte de la visualización de todo el cuerpo es la diana más importante de observación en este momento. Quisiera remarcar que esta prueba del cribado ecográfico, combinado con los análisis de sangre, no deja de ser más que un marcador, que si da alterado, no significa que el fetito está mal. Simplemente te da una indicación o alarma para valorar la posibilidad de profundizar con más estudios a través de la Amniocentesis etc.
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